Muchos ciudadanos se preguntan sobre lo ocurrido en el sistema bancario y financiero.
Primero recordaremos lo que dice el artículo 128 de la Constitución : “…toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuera su titularidad está subordinada al interés general.”
¿ Cómo habían de funcionar las cajas de ahorro ?
Las cajas son unos organismos que en su definición tradicional tenían como misiones fundamentales:
– Fomento del ahorro
– Atención preferente a las economías domésticas y a las Pymes
– Concentración de su negocio en un ámbito geográfico concreto.
– Naturaleza benéfico-social.
Para lograr sus objetivos las cajas de ahorro se controlaban directamente por los políticos de los territorios donde se encontraban implantadas.
¿ Pero cuál ha sido su funcionamiento ?
1- Financiar proyectos empresariales faraónicos y ruinosos. Muchos de estos proyectos nacen de relaciones de empresarios con políticos. Sobre todo los que tienen que ver con la especulación inmobiliaria que arranca con la Ley del Suelo de 1996.
2- Financiar directamente a los propios partidos que controlan la caja.
3- Financiar proyectos deportivos, fundamentalmente los de equipos de fútbol de primera división que andan en una clamorosa situación de quiebra. El flamante nuevo estadio del Valencia C.F. con las obras paradas, préstamos para compras de jugadores por cifras astronómicas…
Toda esta actividad desenfrenada la realizan con el dinero de los pequeños ahorradores. En pocos casos siguen criterios de maximización de beneficio y mucho menos de obra social.
Este comportamiento ha llevado a muchas cajas de ahorro a una situación de quiebra. Sin embargo las cúpulas directivas han obtenido suculentos sueldos e indemnizaciones e incluso pensiones vitalicias. Y se han seguido cometiendo abusos relacionados con entramados político-financieros.
En algunas ocasiones han llegado a los órganos de dirección de las cajas individuos sin ningún tipo de estudios ni formación y que han decidido, sin temblarles el pulso, a quién le tenían que prestar su dinero.
EL CASO BANKIA
Con el PSOE en el poder, contrariando su supuesta ideología, el gobierno privatizó Cajamadrid, una de las entidades líderes del sector de las “cajas de ahorros”, que abarcaba casi el 45% del mercado financiero español. El gabinete socialista de Rodríguez Zapatero promovió la fusión de la antigua Cajamadrid con otras cajas de ahorro que estaban en un estado lamentable de morosidad (casi todas de la orbita del PP, como Caja Ávila, Caja Segovia, Caja Rioja, Bancaja, etc.) ,dotando a la operación con 4.500 millones de euros del FROB (Fondo de Reordenación y Ordenación Bancaria), simplemente un mecanismo de financiación pública oculta. Para la entonces ministra de economía socialista, Elena Salgado, hoy consejera de varias multinacionales, se trataba de un “rescate”, es decir : atracar a los pobres para dárselo a los ricos.
Justo cuando el monstruo fimanciero creado por el PSOE (BFA-Bankia) esta a punto de hundirse, aparece el gabinete de Mariano Rajoy y utiliza al Estado para nacionalizar la entidad privada porque “los grandes no pueden caer”. Una clamorosa contradicción ideológica.
Ahora con el PP en el gobierno, la derecha gira en redondo sobre su ideario y “nacionaliza” Bankia, cuando era una institución privada que cotizaba en bolsa y cuya gestión caía por entero bajo la responsabilidad de su equipo directivo y de los accionistas. Se trata de un caso genuino de capitalismo mafioso que “privatiza los beneficios y socializa las pérdidas”, denominándolo “nacionalización”.
Unos 4.500 millones de euros, casi lo mismo que lo que se va a recortar de Educación y Sanidad, para comprar una ganga que tiene un butrón de 31.800 millones de euros en activos tóxicos procedentes de los impagos de promotores inmobiliarios y constructoras. Una generosa aportación pública en tiempos de crisis sistémica para salvar a una empresa privada, cuyo efecto inmediato será provocar nuevos recortes y ajustes en inversiones sociales y más paro. Sin duda, los nuevos gestores tratarán de “dar valor” a las acciones de Bankia con el único método que conocen: mandar al paro a miles de trabajadores de la entidad “nacionalizada”. Siempre acontece el peor de los casos: tomas 100 euros para comer y vas a la cárcel, robas 1.000 millones y el gobierno te indulta porque los grandes no pueden caer.
Y a pesar de todos estos mecanismos de rescate, la solvencia de esta entidad sigue en un estado crítico habiéndose detectado prácticas poco transparentes respecto a la conversión de ahorros de clientes en acciones de la entidad. Con lo cual el dinero de estas personas pasa a depender de la rentabilidad que obtenga el banco, que por ahora ha sido de continuo descenso en picado y bajando.
¿Pueden perder sus ahorros los clientes de Bankia? Según todo lo aquí expuesto y la poca fiabilidad en los mercados financieros de Bankia, podemos concluir que es una opción más que probable.
¿Podría producirse en Bankia un «corralito»? . Ante tanta inseguridad e incertidumbre, cuando los clientes quieran retirar fondos propios de sus cuentas en Bankia, pueden encontrarse con la limitación o imposibilidad de acceder a ellos por la delicadísima situación de la entidad.
Se denomina corralito a la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros.
Fuentes :
Extracto del blog Ya no pienso
Extracto de artículo de Rafael Cid