Cientos de interinos que han iniciado las pruebas se quedarán sin trabajo en caso de no aprobar o sacar una nota baja con el nuevo baremo de Educación.
Más de 8.200 docentes empezaron ayer a disputarse las 300 plazas de profesores en distintas áreas del sistema educativo valenciano. Muchos de los opositores se juegan más que tener una plaza en propiedad, su propio puesto de trabajo que han ejercido durante muchos años. El cambio de baremación, que prima la nota frente a la experiencia, dejará en el paro a cientos de interinos que no aprueben.
Las oposiciones a docentes que se iniciaron ayer se han convertido en una cuestión de vida o muerte para los cientos de interinos que están obligados a aprobar el examen o, de lo contrario, perderán su empleo, que en algunos caso alcanza los 20 años de antigüedad. A la presión habitual a la que están sometidos los aspirantes recién graduados, ayer se sumaba sobre la gran mayoría el saberse en las colas del paro si no bordaban el examen teórico, prueba eliminatoria en caso de no superar un mínimo de contenidos. Y es que la Conselleria de Educación cambió el modo de ordenar las bolsas de trabajo, donde ya no primará la experiencia, sino la nota obtenida en estas pruebas.
A las 9.30 horas las puertas del Instituto de Enseñanza Secundaria Distrito Marítimo eran un hervidero de gente que consultaban las listas oficiales para saber el tribunal y la clase en la que iban a hacer el examen. Muchas caras eran un poema, máxime cuando las próximas oposiciones no se convocarán hasta 2015. En este centro se examinaban 620 aspirantes a las 30 plazas de Pedagogía Terapéutica que se ofertan en toda la Comunitat Valenciana.
A las 10 horas los presidentes de cada tribunal empezaron a llamar a los aspirantes y a ordenarlos por aulas. Al contrario que pasó con las oposiciones a matronas en el campus de Tarongers, ayer sí que hubo espacio suficiente para, al menos, evitar la copia de exámenes. Una vez finalizado el ejercicio, los candidatos tenían unas horas de descanso hasta el inicio de la segunda prueba, la lectura del ejercicio ante los examinadores, que en algunos casos se han aplazado para los próximos días por el gran número de examinandos.
Antes, los aspirantes tuvieron que elegir uno de los tres temas, que por sorteo eligió una «mano inocente» ante todos los opositores. Una manera de evitar suspicacias en la elección del tema a redactar.
Las oposiciones de este año han tenido ratios más bajas que en 2011, aunque en algunos casos una plaza se la disputaron más de 50 aspirantes. En el IES del Marítimo los números eran redondos. De cada aula de aspirantes iba a salir un futuro docente de la Generalitat. Por su parte, la ratio para profesor de lengua extranjera inglés era de 6,34 opositores por cada plaza. En el caso de servicios a la comunidad, del Cuerpo de Profesores Técnicos de FP, la ratio es de 9,75 opositores por cada plaza.
Por otro lado, las ratios más numerosas son las de Educación infantil, con 50,96 aspirantes por cada plaza y las de las especialidades de Hostelería y Turismo y Procesos sanitarios, del Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria, que alcanzan los 51,50 opositores por plaza.
Entre los requisitos que el tribunal valora en los aspirantes se encuentran los «conocimientos científicos», las técnicas metodológicas o la adecuación de la normativa. Respecto a las habilidades del opositor, el tribunal tiene muy en cuenta la coherencia y adecuación al tema, la creatividad, la capacidad de comunicación, la disposición a la innovación y la transversalidad de los aprendizajes, así como la capacidad de análisis de los futuros docentes.
Fuente: El Levante