Los recortes se ceban con la ciencia al dejar fuera del programa político real gran parte de la investigación científica que hasta ahora se desarrollaba en España.
No era suficiente recortar y retrasar la concesión de becas, proyectos, contratos o subvenciones para investigar, tampoco fue suficiente que el CSIC tenga que hacer frente a un agujero de 75 millones de euros al tiempo que el gobierno concede 840 millones para “dar un empujón” al sector privado. No parecía bastar con estos atropellos y el mes de agosto han decidido ir a más.
El ecuador del verano ha traído consigo la confirmación de una sospecha: el Ministerio de Economía y Competitividad no va a cubrir ningún tipo de gasto relativo a los comités científicos internacionales, ni siquiera las cuotas del Consejo Internacional para la ciencia (ICSU). Nuestro país destaca como miembro fundador del comité ICSU y paga la cuota desde el año 1931. Esta tradición no tiene por qué mantenerse eternamente. Este compromiso histórico ha sido cancelado unilateralmente sin ningún tipo de consenso ni consulta a los científicos implicados.
Al mismo tiempo, la web del Ministerio informa de que ICSU está formada por los miembros nacionales, 30 uniones científicas, 19 comités y programas interdisciplinares y 20 asociaciones científicas. No obstante, la sección “Comités Científicos actualmente en vigor” aparece en blanco en su web. Sin embargo, todas estas tropelías han sido cometidas por el ministerio que asegura trabajar en pos de la eficiencia y la competitividad para promocionar la Marca España en todos los ámbitos.