VALENCIA. La Generalitat Valenciana quiere poner en marcha el aeropuerto de Castellón aunque sea a costa de regalarlo. Pese a que el polémico aeródromo le ha costado al herario autonómico cerca de 140 millones de euros, el Consell no prevé recuperar ni un céntimo de esa inversión más allá de los efectos sobre el turismo de la zona que pueda generar el inicio de operaciones.
La empresa pública Aerocas ha recibido el visto bueno del Gobierno valenciano para elaborar un pliego de condiciones para buscar un concesionario que explote el aeropuerto en un régimen de colaboración público-privada flexible. Esto implica que la Generalitat no será quien gestione pero sí pagará parte del coste.
Según las condiciones previas aprobadas por el pleno del Consell de este viernes, el aeropuerto que impulsó el expresidente de la Diputación Carlos Fabra, saldrá a concurso por 20 años. La empresa que se lo quede no tendrá que pagar nada. De hecho, durante los 10 primeros años de vigencia de la concesión, la Generalitat compensará a la empresa con hasta 25 millones de euros si no se alcanzan los 360.000 pasajeros al año, con un límite de 4,5 millones al año.
A partir del año 11, la Generalitat no tendrá que poner más dinero aunque el recinto no alcance esa magnitud de viajeros, considerada como el umbral de rentabilidad para la concesionaria. Pero la empresa que se quede la gestión tampoco tendrá que pagar nada a cambio de explotar el aeropuerto, puesto que no hay canon previsto en el concurso.
Así, en el caso de que el aeropuerto de Castellón lograse un éxito suficiente como para hacer ganar dinero a la concesionaria, no tendría que pagar nada por seguir usándolo, ni en los diez primeros años ni en los diez siguientes, al margen de tener el respaldo de hasta 25 millones de euros.
«MÁS BARATO QUE GESTIONARLO DIRECTAMENTE»
El vicepresidente del Consell y presidente de Aerocas, José Císcar, reconoció este viernes que esta era la solución menos mala para poner en funcionamiento una infraestructura que se ha convertido en el emblema de una época de despilfarro. «Este sistema era más barato que explotar directamente el aeropuerto», dijo Císcar.
El vicepresidente señaló que aún están por definir las condiciones definitivas que constarán en el pliego de condiciones. Pero de sus palabras se deduce que no está previsto que se ingrese nada y que el Consell se dará por satisfecho si solo se tiene que gastar los 25 millones de euros que ha puesto de techo.
Una cifra que puede ser la clave del concurso que se espera poder adjudicar para primeros de 2014, según dijo Ciscar, ya que las empresas podrán ofertar a la baja esa cantidad máxima de respaldo económico que ofrece la Generalitat.
El aeropuerto de Castellón se construyó por una empresa privada, Concesiones Aeroportuarias (Conaer), que tenía cedida a cambio de la inversión la explotación del recinto. Sin embargo, Conaer acabó renunciando a ella por la falta de expectativas de negocio y reclamó el pago de la infraestructura. El Consell tiene que abonar ahora, tras una sentencia judicial, los 120 millones del coste de la construcción. Al nuevo concesionario se le cederá gratis.