Era un secreto a voces, apuntado por los expertos, y al final la Generalitat lo ha reconocido: la única solución definitiva para evitar los desprendimientos en los 8.000 metros cuadrados de mosaico cerámico que recubre el Palau de les Arts de Valencia es retirarlo. El ‘trencadís’ se ha despegado de la bóveda de acero en el menos el 60% de su gigantesca superficie, aunque de momento sólo ha caído un pequeño lienzo. La estimación del coste de la retirada asciende a tres millones de euros. Y el peligro de colapso es tal que la Generalitat ha contratado ya unas obras de emergencia para quitar las teselas de cerámica con la piqueta y asegurar con mallas y redes un perímetro de acceso al teatro de la ópera, diseñado por Santiago Calatrava.
El propósito de la Generalitat es continuar con la programación operística el 23 de febrero, con L’italiana in Algeri, de Rossini, tras cancelarse Manon Descaut, de Puccini, que debía estrenarse el 1 de febrero, a raíz de la caída de un trozo del lienzo cerámico el pasado 26 de diciembre, que aconsejó el cierre al público del coliseo, cuyo coste ascendió a 478 millones de euros.
Toda esta información la acaba de dar Máximo Buch, consejero de Economía, Industria y Empleo y presidente del Consejo de Administración de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACSA), complejo arquitectónico en el que se enclava la ópera. Buch ha explicado la decisiones adoptadas a partir del informe preliminar elaborado por el Instituto Tecnológico de la Construcción (Aidico).
Un informe demoledor sobre «los fallos generalizados» de la fachada que reparte responsabilidades entre el diseño de la cubierta y la selección de los materiales o la ejecución de la obra, o «en una combinación de ambas». Y todo ello, teniendo en cuenta el diferente coeficiente de dilatación del metal y la cerámica, empleados en una enorme superficie, sometida a notables contrastes térmicos. La causa del desprendimiento podría ser una combinación de los tres factores o uno sólo. Un informe posterior, más profundo, determinará tal extremo.
Buch ha reiterado que la Abogacía de la Generalitat ya ha iniciado los trámites para presentar demandas contra Calatrava (que fue también el director facultativo de la obra), la UTE que lo construyó (Dragados y Acciona) y la Ingeniería que asesoró (Intemac). Ha asegurado que la Generalitat adelantará el presupuesto para la intervención, que se ha dividido en tres fases, pero lo reclamará a los responsables.
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