Una manifestación «desobediente», que no fue notificada a las instituciones ni ha sido aprobada administrativamente, recorrió el miércoles por la tarde las calles del centro de Valencia para protestar contra la ley del aborto, la ley de seguridad ciudadana y la reforma del Código Penal.
Al llegar a la plaza del Ayuntamiento, los cientos de personas que integraban la comitiva detuvo la marcha para prender fuego a un muñeco ataviado como un policía y con una soga al cuello, entre gritos de «policía tortura y asesina».
Posteriormente han ido por la calle de las Barcas, donde se concentran numerosas sedes de entidades bancarias y financieras, en una de las cuales han dañado durante varios minutos su fachada de cristal con aerosoles de pintura, todo ello ante los gritos de apoyo de los manifestantes y con el lema «foc al capital».
Los organizadores defienden que las personas «invisibles del sistema», como mujeres, jóvenes, paradas, trabajadoras, estudiantes, personas inmigrantes y movimientos sociales han decidido «decir basta», y que esta manifestación pretende ser «un punto y aparte en la unidad de acción del anticapitalismo valenciano».
Según los convocantes, la reforma de la ley del aborto «ataca profundamente» la autonomía, los derechos de las mujeres y el control sobre sus cuerpos y su sexualidad, y supone un atraso legislativo «de más de 40 años», por lo que exigen un aborto «libre, seguro y gratuito».
La organización considera que la nueva ley de Seguridad ciudadana, la reforma del aborto y la reforma del Código Penal son «reformas represivas» creadas por el Estado ante las que hay que luchar para defender «nuestros cuerpos, nuestras calles y nuestras vidas».
Al final de la protesta, la policía detuvo a dos personas acusadas de los supuestos delitos de daños y desórdenes públicos.
Fuente: ElDiario.es