Los institutos suspenden clases o las imparten al aire libre a causa del calor

La Junta Docente solicita que se paralice de oficio, como cuando hay riesgo de riada, la actividad educativa en las aulas que superen los 27 grados. Catalá lo descarta y califica la situación de «circunstancial»

El Instituto Doctor Balmis de Alicante fue de los primeros en acordar ayer, en asamblea, la paralización de las clases a media mañana tras superar los 32 grados en las aulas. Cada cambio de hora, a partir de ese momento, subían alumnos y profesores reglamentariamente a las aulas y volvían a bajar al porche del patio donde se repartieron abanicos. «Los alumnos están irreconocibles, callados, empapados y como adormecidos. No podemos dar clase así», declaró una profesora.

La advertencia del profesorado sobre la imposibilidad de impartir clase a consecuencia de las elevadas temperaturas en buena parte de los centros educativos de la provincia estos primeros días de septiembre se llevó ayer a la práctica en numerosos institutos.

Tras acordarlo en asambleas o claustros, hubo quien impartió clase en el pasillo, quien lo hizo en el patio a la sombra de árboles, y quienes, directamente, suspendieron la actividad académica a partir del mediodía «porque ya es insoportable».

calor

Institutos con clases a partir de las cuatro de la tarde decidieron asimismo demorar el comienzo hasta que bajen las temperaturas «porque a las 9 de la mañana registramos 31 grados, así que por la tarde llegarán a los 35 y no se puede soportar», señalaron.

En los centros concertados de Alicante recuerdan que hasta octubre no es obligatorio el uniforme y se ha sugerido a los alumnos de ESO como únicos deberes para estos días, que lleven agua congelada a clase para no deshidratarse.

La Junta provincial docente solicita a los responsables educativos que se emita un dictamen oficial, como sucede cuando hay riesgo por inundaciones, de forma que se paralicen expresamente las jornadas lectivas cuando se superen los 27 grados de temperatura. «Queremos evitar que se empiece a perseguir al docente que decida preservar la salud de sus alumnos», precisó Francisco García, delegado de CC OO en l’Alacantí-Les Marines. Aseguró además que los acuerdos en claustro o consejo escolar facultan a suspender clase por este motivo.

«Excepcional» La máxima responsable del área educativa, María José Catalá, descarta una medida de este tipo y defiende el adelanto del inicio del curso como «adecuado, propicio y acorde con el calendario europeo, con más días lectivos. Es una buena iniciativa», dijo, mientras desde los centros le animan a «salir del aire acondicionado de su despacho» y «visitar los hornos» en que se han convertido las aulas estos días. «Son circunstancias excepcionales que no se pueden controlar», adujo Catalá.

El también director territorial de Educación en Alicante, José Antonio Rovira, añade que «cada director debe adoptar las medidas que considere oportunas si hay exceso de calor y buscar otros espacios en el centro» para impartir las clases, así como «plantearse usar parte del presupuesto para adoptar medidas como poner toldos». En ningún caso se plantean paralizar clases de oficio porque «no hay la misma temperatura en todos los centros ni todas las aulas».

Centenares de denuncias El STEPV presentó ayer una denuncia ante la Inspección de Trabajo en la insta a que se paralicen las clases en más de 200 centros de la Comunidad «al superar la temperatura y humedad permitidas por ley. Alcanzan los 33 grados», dijo Marc Candela. En un aula del colegio La Condomina de Alicante las madres aseguraron haber llegado a los 38 grados.

Candela advierte de la «combinación explosiva con la humedad relativa, que en más de la mitad de los centros supera el 70% y atenta contra la salubridad». Incluso anima los padres de alumnos que sufran problemas a «ir a Urgencias y después a un juzgado de guardia por presunto delito contra la salud pública». También la CSIF presentará hoy «centenares de denuncias: «Estamos desbordados», indicaron.

Fuente: 20 minutos