El Ayuntamiento de Valencia se ha declarado capital libre de espectáculos y atracciones feriales que utilicen animales. La responsable de Bienestar Animal del Gobierno local, Glòria Tello, ha explicado que la moción que llevarán al pleno afectará a los circos con animales y atracciones feriales que hagan uso de animales, salvajes o no de forma denigratoria, «como es el caso, por ejemplo, de los ponis de las atracciones feriales giratorias».
Joan Calabuig, portavoz de la coalición de gobierno municipal, ha añadido que la decisión adoptada este viernes coloca a Valencia en el grupo de ciudades europeas que van en esta dirección. Según el texto de la moción, «elefantes, leones, tigres, rinocerontes, cebras, chimpancés, cocodrilos, pitones, dromedarios y osos entre otros constituyen una larga lista de animales sometidos y convertidos en títeres para el entretenimiento humano”.
Según el Consistorio, «hacer equilibrios sobre pelotas, ir en bicicleta, conducir motocicletas, traspasar anillas de fuego, bailar, saltar, aguantarse sobre dos patas, levantarse… son parte de los números antinaturales que los animales en los circos tienen que interpretar después de un largo proceso de adiestramiento y de dominio hasta que se consigue anular su voluntad. Y en la misma situación se encuentran los ponis de algunas atracciones feriales giratorias”.
La moción defendida por el departamento de Bienestar Animal denuncia los “constantes desplazamientos de una ciudad o país a otro, o los cambios bruscos de temperatura y clima” como otro factores que afectan también de forma muy negativa a los animales. Tello ha subrayado que “los circos y las ferias de atracciones son espectáculos que disponen de innumerables recursos humanos y técnicos propios, sin necesidad de someter al ridículo, maltrato o humillación a los animales; como ya han entendido numerosos circos que con su arte y magia han conseguido la gran aceptación del público”.
La propuesta de acuerdo aprobada hoy concluye expresando la “responsabilidad de la Administración de favorecer y potenciar las conductas cívicas y de respeto de la ciudadanía hacia los animales y el fomento de los valores de empatía y respeto hacia todos los seres vivos; así como evitar que especialmente los más pequeños (público habitual de ferias y circos) vean los animales como un simple objeto de diversión, a los cuales se los puede dominar y explotar”.
Fuente: El País