Comisiones, manifestaciones diarias, asambleas y tiendas de campaña. Un microcosmos del que se han escrito ríos de tinta, la mayoría de ellos errados, una minoría más acertados pero incompletos, y todos absolutamente subjetivos, una legión de politólogos y analistas, articulistas y periodistas tratando de desentrañarnos: ¿por qué ocurrió el 15M?, ¿qué buscaba?, ¿qué objetivos tenía?
Hace ya más de 4 años que estuvimos sentados en una plaza sin una sola sombra bajo un sol abrasador, cuesta recordarlo, era otro mundo con normas distintas, es como cuando te despiertas de un sueño y te quedas 5 minutos en la cama hasta que juntas todas las piezas.
Y empiezas a recordar a los compañeros, que no amigos, el término amigo carecía totalmente de significación, con algunos eras más afín que con otros, pero lo cierto es que el término compañeros durante el 15M era bastante superior a la mayoría de amistades que puedas tener. Luego de la plaza, sí, fuimos amigos. Normalmente de tus amistades no te ocupas de que estén todas bien alimentadas (Comisión de Cocina), de vigilarlas por si hay una carga policial cada noche, de conocer toda su ideología política, de buscar objetivos comunes, de consensuar con sus opiniones. Amenazados por las fuerzas del orden y por otras con menos orden pero que apoyan igual ese orden (extrema derecha), vivíamos en la inseguridad constante, y la necesidad real del cuidado y la solidaridad mutua se podía hasta palpar. Esa solidaridad real basada en una democracia real.
María, por ejemplo, no se perdía ni un minuto del movimiento: vivió en la plaza, era hiperactiva, no era mi persona más afín ideológicamente allí aunque cariño personal sí que le cogí, era muy pequeña y tremendamente luchadora, y siempre estaba preocupada de que a los demás no les faltara comida, de cuidarles mientras dormían, de protegerles de la Policía, como hacíamos todas.
No bajaba la cabeza y tampoco la bajó cuando la Policía la golpeó y la arrastró por la calle con 19 años mientras se manifestaba pacíficamente por los derechos de los activistas de 15M Barcelona, a los que también cuidábamos aunque hubiera distancia. Montañas uniformadas golpeando a una niña de 19 años desarmada, qué valientes… No sirvió de mucho, volvió al día siguiente, sense por. Triunfó.
Todos volvimos con más rabia y esperamos en la puerta de la comisaría a que salieran ella y el resto de compañeros, golpeados y detenidos. Fuimos miles allí en la puerta. Pensaban dejarlos un día más retenidos pero tuvieron que sacarlos, el desborde era atronador, las autoridades ya no eran capaces de autorizar nada y se veían como lo que en realidad eran, personas violentas que solo tienen la fuerza. Triunfamos.
Fue la primera vez que veía algo así, pero desde luego no sería la última, al año siguiente les vi arrastrar y golpear a gente de aún menos edad, más pequeña y más vulnerable, pero igual de pacífica, y varios compañeros formaron el blog desde el que os escribo. La Primavera Valenciana. Triunfamos, tomamos las calles y echamos a los que nos pegaron de las instituciones, seguíamos cuidándonos.
También conocí a Jesús, otro que fue muy activo durante ese 15 de mayo que duró un mes, a Jesús no le cogí mucho cariño (escribo esto con una sonrisa). Era de la Comisión Animalista, todo su espíritu estaba encaminado a hacer del mundo un sitio mejor para los animales, a dar voz a los sin voz, algo que, como no era mi prioridad en aquel momento (y sigue sin serlo), me molestaba que siempre estuviera poniendo sobre la mesa un tema que no nos había llevado allí a la mayoría de gente que protestábamos, pero también me ocupé de que tuviera todo lo que necesitara, de cuidarle por las noches, de las cosas que necesitaba su comisión, y de protegerle igual que hacíamos todos con todos e hizo él también.
También fuimos a la comisaría a sacar a Jesús de allí, y también lo maltrataron en una protesta pacífica. Las afinidades carecían de valor ante la palabra COMPAÑERO, que impregnaba algo muy diferente a lo que impregna en los partidos políticos o empresas. Además, visto en perspectiva, por mucho que yo protestara en ocasiones, esas comisiones de los 15M han cristalizado en una cultura de respeto a los animales que empieza a recoger sus frutos y a cambiar la hegemonía de este país tan torturador tradicionalmente con ellos. Jesús también triunfó y la violencia de la Policía tampoco pudo impedirlo.
A los otros 3 represaliados (Miguel, Pau y Jeroni) con el montaje policial llevado a cabo por las fuerzas de inseguridad y orden no los conocí personalmente aunque sí les oí hablar en alguna asamblea y les cuidé, traté de que no les faltará comida y les protegí de la Policía como hicimos todos y ellos hicieron.
El Estado pretende condenarlos a un año y medio de cárcel y hacerles pagar una escandalosa multa. Así que nos toca cuidarlos, protegerlos de la Policía y ocuparnos de que no les falte de nada, igual que harían ellos. 70 colectivos han montado un concierto en Viveros para ayudarlos ahora, la entrada vale 8 euros anticipada y 12 en taquilla. Yo voy a pagar 12 euros, me parece un precio muy barato por ellos.
Espero ver allí a todas las cada día más viejas caras y espero también ver muchas nuevas que deseen cuidarme, protegerme de la Policía y ocuparse de que no me falte de nada, y yo hacer lo mismo por ellas. ¿Porque eso es el 15M no ?
Que lo digan los analistas.