La plaza del Ayuntamiento sirvió de experiencia piloto. Ahora, superada la prueba con éxito, el consistorio trabaja ya en una modificación de la ordenanza de ocupación de vía pública que permita la instalación de puestos con productos de proximidad de la huerta en los mercadillos de la ciudad. La redacción de la normativa municipal no contempla actualmente la posibilidad de que las calles de la ciudad acojan un mercado de estas características y, por ello, se está estudiando un cambio en el texto que elimine la restricción de colocar puestos de productos perecederos en la vía pública de manera excepcional.
La intención, de momento, es abrir una vía legal para que los agricultores de las áreas más próximas de la ciudad tengan la opción de vender sus productos en la calle en el marco de un mercadillo municipal. El proyecto para su instalación, sin embargo, todavía no está desarrollado. Es decir, que el trabajo se centra ahora en establecer unas condiciones normativas que lo permitan.
La idea, después de la buena acogida de la iniciativa en la plaza del Ayuntamiento, pasaría por la consolidación en los mercadillos existentes de este tipo de productos (siempre de proximidad). El alcalde, Joan Ribó, siempre ha respaldado este tipo de iniciativas e incluso apostó por «potenciar las variedades de calidad y locales y la producción ecológica». De hecho, incluso defendió la posibilidad de buscar Denominaciones de Origen para algunos productos.
El concejal de Comercio y Espacio Público, Carlos Galiana, está trabajando en la nueva redacción de la normativa municipal para que el proyecto pueda ser implementado. No obstante, las áreas tanto de Sanidad como de Agricultura deberían involucrarse en el proyecto si finalmente el consistorio se decide a poner en marcha la iniciativa. La concejala de Agricultura, Consol Castillo, de hecho, mantuvo que el proyecto trata de eliminar los vetos existentes y ampliar la variedad de productos que se encuentran a la venta en los mercados no sedentarios. Así, tendrían cabida productos de la huerta y se podría complementar la oferta actual.
Una de las condiciones que impondrá la Concejalía de Agricultura es que todos los productos que se vendan en los mercados no sedentarios sean de proximidad. Así, se extremará la vigilancia para que no se puedan ofrecer alternativas que no cumplan este requisito.
Igualmente, tras la eliminación de este veto en la normativa municipal, se estudiará la posibilidad de prolongar, por ejemplo, la venta de productos como la chufa (o la horchata) en las calles, un producto que está sujeto a un periodo concreto. «Se podría prolongar los tramos y que la horchata se vendiera todo el año. Y como esto, otros productos tradicionales», apuntó la edil. La propuesta que estudia el consistorio permitiría ofrecer una nueva posibilidad de comercialización a los productores locales.
Fuente: El Mundo