Cerca de 1.300 personas entre altos cargos y personal de confianza que trabajan en ministerios, entidades públicas, secretarías, subsecretarías, empresas públicas u organismos autónomos dejarán sus puestos con la salida de Mariano Rajoy del Gobierno. La Administración del hasta ahora presidente del Ejecutivo tenía un total de 457 altos cargos, pero el equipo completo era mucho más amplio.
A estos ceses hay que sumar los de los trece ministros y las más de 800 personas que son calificadas de «confianza» y que por tanto ocuparon lugares cercanos al presidente. Todos ellos serán relevados con la entrada de Pedro Sánchez en Moncloa.
Eso sí, Rajoy podrá acceder a las prerrogativas reservadas a los expresidentes del Gobierno, que incluyen una oficina con dos empleados, pero no podrá percibir pensión indemnizatoria si no renuncia al escaño de diputado del Congreso, según indicaron a Europa Press en fuentes oficiales. Desde 1992 rige un decreto que regula el Estatuto de los expresidentes del Gobierno y que actualmente afecta a Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, a los que ahora se unirá el dirigente popular.