COP26: Fracaso en Glasgow… ¡o un billete único al desastre global!
¿Qué es lo que (más) debemos recordar al final de la COP26? Esta conferencia, calificada como «la última oportunidad» por el propio Secretario General de la ONU…
- un rotundo fracaso, a pesar de algunos pequeños avances, y en el que sólo participaron un puñado de países de los 200 presentes en Glasgow?
- las lágrimas y la emoción del presidente de la conferencia británica, Alok Sharma, cuando tuvo que anunciar las escasas conclusiones de esta conferencia fallida?
El mordaz comentario final de Greta Thunberg, «todo era bla, bla, bla»…
La hipocresía de Boris Johnson, ¿y su negocio de jets privados?
la vergüenza de Bélgica, que se presentó en Glasgow sin un acuerdo nacional que defender? «Bélgica tierra», este país surrealista que ya no hace reír en absoluto – mimado por multinacionales de todo tipo – en proceso de descomposición acelerada… ?
la gigantesca manifestación en Glasgow que reunió, a pesar de la lluvia torrencial, a 100.000 valientes activistas que exigían a sus respectivos gobiernos gestos contundentes en favor del clima y para salvar el planeta?
¿el desprecio de los países más ricos (una veintena de ellos, entre los que se encuentra Francia, son responsables de la mitad de las emisiones mundiales de CO2) por los países más pobres (que sufren las consecuencias sociales y ecológicas más graves) del calentamiento global? Estas grandes potencias capitalistas han enviado al infierno la legítima reivindicación de los países más pobres de beneficiarse de un mecanismo de compensación financiera proporcional a los daños sufridos.
La cruel decepción cuando, al final de esta COP26, se rechazó la exigencia esencial de poner fin a las subvenciones públicas (tan masivas) al carbón, al gas, al petróleo; estas tres energías fósiles que constituyen el 90% de las emisiones planetarias de CO2… En lugar de una obligación de hacerlo, fue una simple «invitación» a los Estados miembros, de los que se espera que hagan una bola de papel…
¡¡¡Un fiasco, basado en un poco de todo esto y la suma de todo esto…!!!
Un dato que salió a la luz en Glasgow fue la presencia hiperactiva en los pasillos de la conferencia de 503 lobistas (acreditados oficialmente en la COP26) de grandes empresas que presionaban a los representantes estatales contra las restricciones a la explotación de petróleo, gas y carbón. Estos nervios, estos mercenarios del gran capital que trabajan en la sombra y en secreto. ¡Estos enterradores! Un lobby muy eficaz, a juzgar por los resultados casi nulos de la conferencia de «última oportunidad».
Mi conclusión personal: ¿podremos superar esto sin luchar enérgica y decididamente contra el ultracapitalismo globalizado, las multinacionales dueñas del planeta, sin fe ni ley, principal causa del desastre que estamos presenciando ante nuestros ojos?
¡No a una forma de ecología bobista! Sí a la ecología política y social, que algunos llaman también «ecología socialista».
Jean Lemaître