Nunca un prelado ha declarado o investigado por un delito de odio en España en los últimos cinco años, aunque tanto Reig Pla como Demetrio Fernández sí fueron denunciados por distintas asociaciones
El prelado pidió perdón tras encontrarse con el Papa, pero ello no impidió la reprobación pública y la investigación de la
La Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha llamado a declarar al obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, el próximo 16 de febrero, para responder por las declaraciones en las que comparó la homosexualidad con el alcoholismo y apuntó que los gays estaban en pecado mortal. Unas palabras, por las que el prelado ya pidió perdón tras encontrarse con el Papa y que podrían ser tipificadas como delito de odio.
Álvarez estaba citado este lunes, pero manifestó su imposibilidad para acudir a declarar, pues esta semana se encuentra de ejercicios espirituales, junto a una treintena de obispos, en Collado Villalba, de modo que se retrasó a la próxima semana.
La apertura de diligencias no supone, directamente, una denuncia o un procedimiento penal, pero sí la toma de declaración del investigado, algo que no tiene precedentes. Nunca un prelado ha declarado o investigado por un delito de odio en España en los últimos cinco años, aunque tanto Reig Pla como Demetrio Fernández sí fueron denunciados por distintas asociaciones.
Las declaraciones de Álvarez desataron una ola de indignación entre numerosos colectivos sociales tanto LGTBI como partidos políticos y sindicatos. Incluso las declaraciones han determinado la aprobación de una moción de condena rotunda en el pleno del Cabildo de Tenerife celebrado la pasada semana y la puesta en marcha de una iniciativa en Change.Org por parte del colectivo LGTBI Diversas solicitando la dimisión inmediata del obispo y que ha recabado más de cincuenta mil firmas por el momento.