A lo largo de esta semana, diversos sectores del partido del Gobierno han exigido a Mariano Rajoy medidas para poner freno a lo que ellos creen agresiones continuas a su partido en los informativos de TVE. En el Consejo de Ministros celebrado hoy, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha puesto forma a la fórmula de arrancar la ya de por sí escasa pluralidad de la televisión pública. El presidente de la Corporación podrá ser elegido por mayoría absoluta del Congreso y no por la mayoría de tres cuartos como hasta ahora, acabando con el aquel principio de la democracia de que la televisión pública no fuera un instrumento del gobierno, aunque sí del bipartidismo. “Era urgente desbloquear la situación que vivía RTVE”, ha sido el eufemismo que ha utilizado Sáenz de Santamaría para convertir la televisión pública en un instrumento más de su poder, este golpe a la libertad de información viene precedido de otros golpes anteriores a dicha libertad como la promulgación de la ley Sinde-Wert, las penas de cárcel para activistas que convoquen manifestaciones por la red y otras operaciones contra el derecho de reunión.
Todas estas acciones van encaminadas a controlar y criminalizar la más pequeña disidencia, como explica el diario alemán Der Spiegel en su edición de esta semana, y la progresiva instauración hasta donde le permitan sus instrumentos de gobierno del pensamiento único neoconservador que le facilite manipular las difíciles situaciones a las que se está enfrentado y se va enfrentar debido a la crisis.
He pasado por aquí de casualidad y no vuelvo. No dais ni una sóla noticia sin manipular.