«Después de que me hayan echado de la FP, mi única perspectiva para este año es hacer algún curso de formación para el empleo de la administración –aunque no tiene la misma validez que un título oficial– y buscar a ver si sale algún trabajo temporal para poder llevar algo a casa y colaborar”. Esta es la realidad a la que se enfrenta Álvaro Alonso, un joven de 23 años de El Puerto de Santa María (Cádiz), que como miles de chicos en todo el país se ha quedado este curso sin plaza para estudiar un grado de Formación Profesional. Según sindicatos y asociaciones de padres, las cifras oscilan entre 18.000 y 22.000 jóvenes en Madrid o más de 15.000 en Canarias.
Mientras, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, y la princesa de Asturias han inaugurado ayer el curso de FP en Santander. Un curso de FP al que decenas de miles de chavales siguen mirando como una alternativa cualificada para proseguir su formación y hacer frente al altísimo índice de paro juvenil. El caso de Álvaro se ajusta a estas dos variables. Este verano se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla con una nota superior al 6,6 y una media en bachillerato de 7,39; una carrera que ha podido sacar a curso por año gracias a una beca. «Mi familia no tiene trabajo. Mi padre trabajaba en informática y mi madre, además de ama de casa, estudió magisterio. Los dos están en paro», revela.
Acabar la carrera y plantearse hacer un ciclo superior de FP en Informática fue para Álvaro la opción ante la imposibilidad de encontrar un trabajo como periodista, pese a haber hecho prácticas durante su formación en varias emisoras locales. «La realidad que me he encontrado es la misma que la de cualquier joven: un país con más del 60% de los menores de 30 años en paro. He tenido que volver a casa y, para no quedarme quieto, he intentado matricularme en FP», explica. Sin embargo, se ha quedado el quinto de la cuarta adjudicación. Esto es, fuera del sistema. «Pensé que a la vez que busco trabajo, lo mejor era matricularme en Informática para poder tener un currículo más amplio y buscar trabajo en más sectores. Quería seguir formándome y estudiando para acceder a un puesto de trabajo, pero mis intenciones chocan con la realidad. Este Gobierno está acabando con la cualificación de los jóvenes, nos quieren en el mercado laboral cobrando lo mínimo y con mínimos derechos. Para este Gobierno, los jóvenes sobramos», remacha.
Ante un año ‘en blanco’, Álvaro asegura que va a buscar cursos de formación para el empleo a la vez que lucha por un trabajo, pero lo tiene claro: «lo único que podemos hacer es movilizarnos de manera contundente, los jóvenes y los trabajadores. Es necesaria una huelga general en defensa de una educación pública de calidad», enfatiza, tras explicar que estará, sin duda, en alguna de las movilizaciones estudiantiles convocadas del 22 al 24 de octubre en todo el país.
A una realidad similar se enfrenta durante este curso Víctor Moraleda. Este manchego de Ciudad Real, de 26 años, estaba estudiando un ciclo superior de FP en la modalidad de e-learning (a distancia) en Administración y Finanzas en el IES Brianda de Mendoza de Guadalajara. Tiene aprobados cuatro de los 11 módulos que conforman la titulación y, «como también estoy buscando trabajo –explica–, decidí hacerlo en e-learning porque es más flexible». Este iba a ser su tercer año. «Pedí cinco módulos porque estaba en paro y al final no me han dado ni cinco, ni cuatro ni uno. Ninguno. Cuando fui a reclamar, me explicaron que este curso había menos profesores en e-learning –de siete u ocho, han quedado cinco, me dijeron– y más alumnos. Las cuentas no salían», agrega.
«En estos momentos lo que me planteo es que estoy fuera del sistema educativo», afirma Víctor con cierta resignación pero dejando muy claro que quiere terminar sus estudios a la vez que trabaja. «No sé cómo lo enfocaré. Ahora mismo estoy bastante perdido; no me esperaba que no me dieran absolutamente ningún módulo».
Una FP «excelente» es «crucial»
La princesa de Asturias ha reinvindicado en la inauguración del curso 2013/2014 de FP en Santander que una FP «excelente» es «crucial» para «garantizar» la mejora en la productividad y afianzar la competitividad de las empresas. Y ha dicho expresamente a los alumnos que en tiempos «difíciles» son ellos los que «tienen en su mano la oportunidad de construir un presente más optimista y un futuro alentador», con el «concurso de todos» y su «ilusión», que deben mantener «a toda costa intacta».
Por su parte, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha señalado que España no ha prestado a la FP «toda la atención que merece», y que «ha llegado la hora» de «intentar remediar» las «consecuencias negativas» que esto ha generado, algo que es «tarea de todos». A su juicio, ahí «radica una de las debilidades fundamentales» del sistema educativo y de la empleabilidad.
Fuera, decenas de estudiantes y defensores de la educación pública, así como trabajadores de las empresas Sniace y Golden Line, han esperado a la princesa de Asturias y al ministro de Educación a su entrada al acto, aunque no les pudieron ver, ya que accedieron por otra puerta. En el aparcamiento había también coches con globos verdes, camisetas y carteles en defensa de la educación pública. Además, en algunas ventanas de los centros había colgadas camisetas verdes. En el acto de inauguración se han podido escuchar de lejos algunas de las protestas, informa Europa Press.
En Madrid, más alumnos por aula
La Federación de Enseñanza madrileña de CCOO ha denunciado que el curso comienza con un aumento de la ratio de alumnos por grupo de hasta 35 chicos por aula. Según apunta el sindicato, una medida que han conocido los centros desde el pasado viernes 4 de octubre mediante un fax. «A nadie que conozca la FP se le escapa que 35 alumnos en un grupo reduce la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, o que un taller de 400 m2 con 35 alumnos y un profesor sea algo razonable sino más bien peligroso», aseguran.
En Madrid este problema se suma a la cantidad de alumnos que se han quedado sin plaza –18.000, según CCOO, y 22.000, según la FAPA Giner de los Ríos–, al aumento de las tasas para la FP de Grado Superior en un 120% y a la reducción de las plantillas y de las horas dedicadas a la supervisión, preparación y tutorización de los módulos de prácticas.
Por eso, el sindicato denuncia que el modelo de FP que el Gobierno de la Comunidad de Madrid está implantando es como el «de Eurovegas». «¿Para qué necesita trabajadores cualificados? Por eso quizá tampoco ha puesto en marcha, al contrario de otras comunidades autónomas, los procesos de acreditación y reconocimientos de competencias profesionales a trabajadores con experiencia laboral en ciertos sectores», apuntan en nota de prensa.
Fuente: eldiario.es