València en Comú emitió ayer un comunicado en el que recuerda que esta formación «no está en trámites de disolución», y que la posición defendida por Jordi Peris y Berto Jaramillo, que apuestan por la liquidación de esta formación, tendrá que ser discutida en el proceso asambleario previsto para las próximas semanas.
Jordi Peris y Berto Jaramillo están tratando de liquidar su propio partido después de que la plataforma les sacionara por no haber conseguido prácticamente ninguno de los propósitos electorales con los que acudía la formación a las urnas, por las contrataciones irregulares en Inndea, por los despidos de de cargos votados democráticamente y por el enchufismo en la Diputación. Dar de baja a València en Comú (ValC) podría acabar con los concejales en el grupo de no adscritos, aunque pudieran seguir dentro del gobierno, lo que evitaría a estos dos concejales las posibles sanciones de la plataforma.
El texto de la comisión coordinadora reconoce que las «posturas liquidacionistas» que cabe atribuir a precisamente a miembros que no pertenecen a Podemos en esta formación -como el concejal Roberto Jaramillo que abandono Podemos Valencia por desavenencias con la dirección y para «dedicarse plenamente a «Valencia en Comú» (formación que ahora quiere liquidar) y el concejal Jordi Peris que se presentaba como independiente pero apoyado por IU- .: «Esperamos que la aceptación de los procedimientos democráticos de los que tan a menudo se hace gala sean sinceros y no vivamos una vez más situaciones de boicot si los resultados no son los deseados», ha agregado VEC en su comunicado
El comunicado hecho público ayer admite la frecuente y reconocida participación de cargos de Podemos en los espacios de trabajo y decisión de València en Comú. Pero recuerda que la relación entre la plataforma y el partido morado está fijada y aprobada desde hace más de un año, y que «uno de los objetivos de nuestra próxima asamblea reconstituyente es clarificar la relación orgánica entre las dos organizaciones».
La comisión coordinadora de València en Comú considera que aunque algunos puedan impulsar un proyecto que contempla «la liquidación de los espacios que no pueden controlar», vale la pena conservar espacios en los que someter a debate estas cuestiones.