No solo de negacionistas del cambio climático o de jóvenes inquietos se compone la familia de Mariano ‘el afortunado‘: también incluye, hasta donde (ahora mismo) sabemos, a energúmenos con tics de película de mafiosos. La cuestión es que esto que está haciendo este personaje, pretenda o no hacer una gracia muy desgraciada, está tipificado como delito, y es algo que debería saber Javier Celaya Brey, y no tanto por su cargo como consejero de Educación del Gobierno de Ceuta sino por su titulación como periodista.
Será que en cuanto les tocan el trapo monárquico-franquista pierden el oremus hasta el punto de ponerse en evidencia mostrando su verdadera cara de fascistas. Es lo que tienen los patriotas de banderas y pulseritas rojigualdas, que adoran esos símbolos tanto como desprecian a las sociedades que les dan sentido. Por eso que no sienten ningún reparo a la hora de eludir impuestos o evadir capitales pero se ponen como fieras cuando alguien se suena los mocos en el tótem de su victoria.
Fuente:IniciativaDebate